El nuevo ministro de Interior de Alemania, Alexander Dobrindt, anunció que su país rechazará a solicitantes de asilo en las fronteras terrestres germanas en el marco de su determinación de reducir el número de llegadas de migrantes irregulares y las solicitudes de asilo.
El político bávaro explicó en unas declaraciones que anuló el miércoles por escrito una instrucción verbal, que data de 2015, al presidente de la Policía Federal de no rechazar a solicitantes de asilo. Con ello se pretende que ahora la Policía “pueda llevar a cabo tales rechazos”.
Estos rechazos se suman al aumento de las denegaciones en frontera de los migrantes irregulares que intentan entrar en Alemania que el nuevo Ejecutivo del conservador Friedrich Merz implantará.
Dobrindt, del partido conservador Unión Socialcristiana (CSU), sostuvo que “las cifras en la migración irregular son todavía demasiado elevadas” y por eso “la República Federal de Alemania tomará decisiones para reducir las cifras de la migración irregular y las solicitudes de asilo”.